Volver a la esencia.

Que lindo cuando era chica, 
cuando mantenía esa locura intacta,
cuando no me importaba lo que dijeran de mí,
y cuando no temía a fracasar.

Que lindo cuando la única forma de sobrevivir
era siendo espontánea, directa
y fluyendo,
jugando y creyendo;
¡qué lindo era ser chica!
tener esperanzas,
SOÑAR sin barreras,
mantener la esencia ingenua
pero sin llegar a ser estúpida...

¡QUÉ LINDO!
Quisiera volver a sentir esa libertad,
a volar sin alas,
a CREER SIN RAZONES, porque sí,
a AMAR SIN COSIFICAR
y vivir con incentivos diarios.

Qué lindo era cuando no importaba el dinero,
trabajar para sobrevivir
y preocuparse por no quedarse sin un techo
o para comer,
cuando el futuro era incierto y me daba intriga
pero no ansiedad ni miedo...
Cuando el sexo no era más que algo de lo que se escuchaba por ahí
pero no estaba dentro del vocabulario,
CUANDO TODO ERA TAN SIMPLE,
¡TAN ESENCIAL!

Que linda era la niñez....
quiero volver
y nunca más crecer.

Quiero recuperar mi esencia.

Hoy ya no recuerdo lo que es jugar.
Si me siento libre y sueño,
luego viene el miedo,
a fracasar, a perderlo todo;
a no saber para dónde arrancar luego.
Cada objetivo que tengo en la vida,
cada meta artística que me propongo tiene un SÍ y un NO aún mayor 
por miedo a que eso no sea lo mío,
a sentir que no encuentro el camino;
que no sé para qué sirvo ni de qué voy a vivir...
el arte es lo que me mantiene viva
pero no puedo dejarla fluir
y me estresa,
me angustia enormemente...
La creación está detenida,
por una u otra razón, y mi alma me pide que pare
y la deje ser. 


El otro dia conocí a una persona llena de vida y me acordé de mí.
De mí en la niñez. Me acordé de todo lo que dejé atrás.
De cómo el miedo me fue consumiendo y día a día,
fui creyendo cada vez más, que yo no puedo ser lo que quiero
y que las exigencias son demasiado grandes para este mundo,
que mis sueños no caben....
recordé cómo dejé de soñar y de CREER EN MIS SUEÑOS,
cómo temo mostrarme abierta y juguetona, 
cariñosa y charlatana ante la gente,
cómo mido mis palabras y las reacciones de los demás
antes de actuar siempre;
esa persona no lo hacía en ningún momento, 
y aún así, es feliz...
porque deja salir su niño interior y VIVE,
cómo realmente quiere vivir...
porque vive sintiendo todo y eso lo convierte en arte,
en música que muchos disfrutamos.
Este fin de semana pasado, CUMPLÍ UN SUEÑO 
y me di cuenta de hace cuánto no deseaba algo con todas mis fuerzas.
Me di cuenta de que nunca cumplí un sueño, hasta ese día.
Pude caer en la cuenta de lo feliz que lo hace a uno creer en algo
y que eso se cumpla... pero lo más importante fue, que por primera vez en mi vida, soñé algo POSITIVAMENTE y aun siendo una idea alocada,
siendo él desde muy lejos pude ver un show suyo, conocerlo, sacarme fotos con él, escucharlo hablar y compartir tiempo con él y darle una carta diciendole lo que significaba para mí haberlo conocido, tanto como artista y como persona. 
Si, esta vez se me cumplió. Pedí algo desde lo más profundo del alma, tuve la energia suficiente para pensar que podía suceder y se dio. FUNCIONÓ. 
Es difícil esto de la ley de atracción pero increíblemente, por primera vez, me funcionó. 


Hoy, con lágrimas en los ojos de emoción por haber logrado un sueño
y por reconocer mi falta de inocencia para soñar y ser feliz,
escribo mi historia y me animo a decir que revisen sus vidas,
que piensen cuánto sueñan y que por más presión y preocupaciones que nos acechen día a día en nuestras vidas, NUNCA DEJEMOS DE SOÑAR, 
NUNCA.