Archivo del blog

miércoles, 12 de febrero de 2014

Otra vez en silencio.

Me dejó en silencio.
Otra vez sufro del frío y distante silencio
que yo tanto odio.
SIN DECIR NADA,
se fue
y permaneció así
todo el resto del día siguiente.
Como si estuviera solo.
Como si nadie existiera más que él,
como si no me doliese su indiferencia...
PERO SÍ.
DUELE.

Porque lo quiero,
porque lo siento y quise probar.
Quise arriesgar y estar con él.
Viajé,
me amoldé a él durante unos días
e intenté conocer la situación
más desde dentro,
aunque me pareciera un disparate
y prácticamente imposible
para formar proyectos serios a futuro...
pero fui.

Al principio me sentía rara,
hubieron cosas que me encantaron
y me hicieron sentir como en casa.
Hubieron otras que no,
a veces uno se da cuenta
de cómo es la otra persona
con tan solo compartir tiempo
y OBSERVAR.
Vi egoísmo,
egocentrismo
y esa actitud de sentirse más que otros...
que para nada me gusta en una persona.
Supuse que podía estar exagerando
y no dije nada,
solo seguí observando.
Después, en general,
me hizo sentir bien....MUJER.

Fue la primera vez que me sentí así.
Querida,
deseada,
mimada,
VALORADA.
ACOMPAÑADA.

Hubieron momentos que me hicieron retractarme
y pensar,
actitudes que no me gustaron...
pero no por eso quería renunciar
a seguir conociéndonos
y probar.
Parece que él ya decidió.

Me sentía incómoda
porque él seguía halagándome
y planeando viajes,
cuando esas cosas se piensan y se ven
CON EL TIEMPO.
Sentía presión.
Pero me gustaba su iniciativa,
no quería que se detuviera ahí.
Decidí dejar de sentirme así
y le comenté mis incomodidades
con respecto a sus formas...
y fue ahí cuando el tiempo se detuvo.
Solo sirvió para discusión
y luego, hasta hoy,
no volvió a dirigirme la palabra.

Perdón...
pero eso no me parece madurez.

Prometió muchas cosas,
demostró tener sentimientos hacia mí
y ni siquiera merezco que me hable?

Evidentemente, no nos manejamos igual, querido.

Lloré,
tras intentar lograr que me dijeras qué pasó,
qué fue lo que tanto te molestó
y el intento fue en vano,
ni un pelo se te paró.
¿Qué más podía hacer para que me hablaras?
No iba a rebajarme más,
así que tras movilizarme
e intentar conversar sobre lo ocurrido
decidí que si no vas a buscarme,
voy a dejarte en el olvido...
aunque me pese y no lo quiera,
supongo que es la mejor manera.
Prefiero sufrir para olvidarte,
que hacerlo al hablarte
y ver que tu interés en mí
es algo que no está presente,
que no te importa si espero
una respuesta por tu parte.

Las cosas no funcionan así.
No se deja de hablarle a una persona
de un día para el otro,
como si no existiera,
como si no sufriera,
COMO SI NO SINTIERA!

Ahora, con esta catarsis me despido,
quedo liberada de que sincera he sido
y que en este escrito he dejado bien merecido
a la persona que el corazón
me ha carcomido.
Ojalá,
tu ego dejes un poco de costado
y no te pido, vuelvas a mi lado,
sino más bien expliques de tus hechos
el significado.

(Es difícil decir lo que uno siente con rimas constantemente,
así que hago un paréntesis y termino este texto coherentemente.
).


Lamentablemente,
hice todo lo que estaba a mi alcance.
Ahora te toca a vos actuar,
si es que realmente te interesa
y comportarte un poquito COMO HOMBRE,
rompiendo este silencio insoportable,
haciendo algo que asombre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario