Noches melancólicas.

Noches para enamorarse...

Noches de calma,
de grillos cantando, 
de sentir la brisa fresca
y la calidez del verano
sobre la piel. 
Noches de amor,
de ilusión y esperanza,
en las que todo se renueva
y sentís que podés volver a empezar.

Noches de luna llena,
donde la posibilidad de vivir
es, de nuevo, plena.
Noches de ensueño.
Noches donde el insomnio
y las ganas de mantenerse despierto
son inmensas 
(aunque se tenga mucho cansancio).

Son noches como esta, 
como hoy,
en las que me siento viva,
YO. 
Me encuentro conmigo misma,
me hallo en la infinidad
y me revitalizo, inesperadamente.

Pero estas noches
no son siempre,
ocurren solo en ciertas épocas
y duran poco;
y a pesar de que me encanten
me vuelven vulnerable 
y crédula ante todo... 
(como si se tratara de 
dejar  atrás todo lo malo
por un rato).

Hoy,
en esta noche de grillos cantando,
de brisa fresca,
y la calidez del verano;
la nostalgia invade mi cuerpo
y me pide que le dé amor.
Y aunque quiera encontrar
ese complemento que siento faltante 
en mi corazón (y mi vida)
hoy no puedo darmelo,
porque no llega... y me apena.
Porque lo que hay,
no se asemeja a lo que necesito
y es triste que nunca lo logre...
Porque cuando quiero terminarlo, NO PUEDO
y sigo,
como si más adelante ALGO FUERA A CAMBIAR
a mi favor.

Pero hoy, 
también recuerdo que, 
más allá de que lo quiera (y necesite)
no alcanza para tenerlo,
y quizás tenga que resignarme a ello
porque NO me pertenece 
y, a mí no va a pasarme tal cosa.

Quizás sea un disparate 
pensar algo así para el que lo leyése,
pero yo, 
EN ESTA NOCHE,
solo puedo mirar la luna
y desear que algún día
ESE alguien me elija
y yo a él también.
Que, 
quizás y muy remotamente, 
ALGÚN DÍA.... pueda enamorarme de una persona real
que se enamore de mí también;
y NO de una IDEA.