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martes, 14 de junio de 2011

Incesante dolor, maldito infierno.

Un dolor que no llega a su fin
las lágrimas ,parecen no agotarse
y hay todos los días, algo más para llorar.
Maldito recurso inagotable,
así se siente
que pareciera brillar en la eternidad,
aunque a veces sea imposible
generar tan solo una gota,
pero es que ahora salen todas juntas,
sin parar;
sin cesar,
caen, como cataratas,
están ardiendo en el infierno 
de la angustia y el furor;
carentes de alegría y felicidad,
colmadas de espanto y dolor.


Malditas lágrimas fluidas, constantes
que a cada instante quieren volver a salir,
atolondradas, se empujan, desaforadas;
irse por fin, despavoridas 
y purificar mi alma herida,
resignada y rendida
ante todo y nada.


Estas lágrimas, ya cansadas,
quieren morir en mi llanto ahogado,
dentro de luchas interiores,
y anunciar su partida
de este tiempo.

< Poesía de mi autoría. Joaana Laura. >

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